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PASO CELESTE DE TABERNAS

UN AÑO DE CIRCUNSTANCIAS

UN AÑO DE CIRCUNSTANCIAS

El año 2013 fue un año de circunstancias, o más bien supuso un año de inflexión, para nuestra Cofradía. Pero un año de inflexión en el sentido positivo, ya que se dieron unas situaciones que nunca (o al menos desde que formo parte de esto) se habían dado, y sirvieron, en mi opinión, para demostrar una madurez y experiencia con las que pocos pensaban que contábamos.

Un año más se acercaba la Semana Mayor y ya sabéis lo que significa, trabajo, trabajo y más trabajo para los cofrades.

Pero sobre todo recordare esa noche de ensayo en la que Paco, vino y nos dijo –que no seguía, que lo dejaba-, nos dejó a todos “descolocaos”.

Solo podíamos respetar su decisión y asumirlo (con mucha tristeza) pero tuvo sus motivos, ser Hermano Mayor y Capataz son dos cosas que requieren mucho tiempo y sacrificio. Optó por centrarse en ser en lo primero para dedicarle más tiempo. Así que darle las GRACIAS por tantos años de trabajos y desvelos por conseguir lo que tenemos hoy.

Llegaba el momento de dar un paso adelante y tomar decisiones, la Hermandad debía continuar con su ritmo habitual, ensayos, reuniones, preparativos…La primera decisión fue la de elegir nuevo capataz, aunque fue una decisión “sencilla”, ya que todos sabíamos quién debía ser, y esa persona era y es Raúl, mi hermano, que tantos años nos mandó bajo las trabajaderas, quien mejor que él. Aún recuerdo su indecisión, él decía que no lo tenía claro, la sorpresa fue verle haciéndolo, parecía llevar toda la vida. La segunda decisión fue elegir sustituto para Raúl. Nadie quería esa responsabilidad, cierto es que algunos hermanos me decían que debía ser yo, a lo que me negaba, ya que considero que hay que personas más veteranos y que les corresponde a ellos esa decisión o la otra opción, someterlo a votación entre todos. Dicha votación no se realizó. Así que llegó la primera noche de ensayo, todos preparados, Raúl hace sonar el llamador y se eleva el paso. Silencio, en ese momento se escuchó el silencio, nadie decía nada, nadie se movía y de repente Raúl dijo, - Fidel, cuando quieras- los nervios me hacían temblar las piernas, pero salió adelante y poco a poco fuimos ganando confianza.

Llegaron Jueves y Viernes Santo y por distintos motivos algunos hermanos no podían salir a hacer Estación de Penitencia, otro mazazo para todos, había que sobreponerse otra vez y tirar “palante”. En esos momentos vimos la grandeza y la solidaridad de la gente que forma parte de esta Cofradía, los cuales (y ellos saben quiénes son) se ofrecieron a salir y a ayudarnos, no encuentro la manera de darles las GRACIAS y que sepan que tienen las puertas abiertas siempre que quieran volver. Aún recuerdo mientras veíamos salir al Paso Negro, que estaba muy nervioso, incluso asustado diría, y se lo decía a mi hermano Paco, y su respuesta, -tengo los nervios en el estómago hermano-, que mal rato pasamos. A pesar de los nervios, sabía que todo iba a salir bien, porque formo parte de la mejor cuadrilla que puede haber, dedicamos la salida procesional a los que estaban ausentes y nos metimos bajo el paso. Primera “levantá” y los nervios se van, ya estamos en la calle, todo va como debe, las sensaciones (maravillosas) se agolpan y todo transcurre muy bien. Debo dar las gracias a la cuadrilla que somos ya que sin ellos nada de esto no sería posible.

Así que otro año más estaremos ahí para llevar a Nuestros Sagrados Titulares sobre los hombros.

Un abrazo y mucho ánimo para seguir.

Fidel Antonio Aparicio Rueda

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